Tras despedirnos de Malu, que ha tenido el detallazo de venir a despedirnos, carretera y manta. Ya de vuelta a casa, aún teníamos pensado parar en Ribadeo, a visitar la famosa Playa de las Catedrales, ya que hoy sí los horarios de las mareas nos van a permitir bajar a la arena.
Además, hemos tenido la suerte de que el sol nos acompañara durante el breve paseo.
Después, y sin perder de vista el mar, nos hemos acercado a Rinlo, el pequeño barrio pesquero (también perteneciente a Ribadeo).
Si por algo se le conoce es por su gastronomía, destacando el arroz con bogavante que hemos degustado en A Cofradía (de pescadores) justo antes de que llegara la tormenta, que nos ha dejado unas estampas muy bonitas.
Y con el estómago lleno, hemos puesto rumbo, ahora ya sin paradas intermedias, a casa. Lluvia por el camino y el termómetro que no hacía sino bajar.
Con esto damos por acabadas estas vacaciones gallegas que tanto hemos disfrutado. Ahora ya a pensar en las siguientes. Gracias por acompañaros durante estos días.
Seguiremos informando.